martes, 29 de septiembre de 2015

Con la mirada al cielo y los pies… firmes en el suelo


Ayer tiré casi todos mis zapatos. No estaban muy viejos, sólo bastante usados. Llegué del trabajo y, sin saber por qué, fui directa al zapatero. Será que quiera enraizarme en la Tierra con algo nuevo, porque, en este momento de mi vida, todo lo que estoy experimentando por dentro me parece novedoso. Es más, lo que escribí ayer ya me suena extraño; y esto que acabo de contaros... mañana cobrará otro sentido. La maravilla de crear.